viernes, 5 de abril de 2013

AMAR EL AMOR:UN EJERCICIO PARA ENCONTRAR



Resulta que a cuenta de nuestros enfados y desilusiones muchas veces gritamos a los cuatro vientos: “No creo en el amor”. Si consideramos que el amor es la fuente de lo que realmente soy, lo que estoy diciendo realmente es “No creo en mí mismo” y este pensamiento se convierte en un callejón de muy difícil salida.

¿Cómo romper este círculo vicioso? Desde “Los siete pasos del Amor” os proponemos empezar por el principio y el principio en este caso es, simplemente amar. Amar a la fuente del Amor, para empezar a descubrir que más que un sentimiento, el Amor es el origen de todo lo que nos rodea, incluidos nosotros mismos.

No creer en el Amor es tanto como decir que no creo en el aire que respiro o la tierra que piso. Por eso hay que empezar por ser conscientes de que aun sin querer, estamos respirando, conscientes de que estamos pisando tierra, sea la que sea.

Por eso te propongo el siguiente ejercicio que practicamos en el taller “Los siete pasos del Amor”:

Sitúate delante de un espejo donde puedas verte de cuerpo entero (si estás solo o sola es mejor que lo hagas sin ropa). Respira profundamente cinco veces o hasta que comiences a notar que estás más tranquilo y relajado.
Observa cada parte de tu cuerpo: Tus ojos, tu boca, tu nariz, tu pecho, tus caderas, tu sexo, tus piernas, tus manos, tus pies…Obsérvalos sin juzgar, detenidamente, tranquilamente, el tiempo que consideres, dejando que cualquier emoción que se presente esté ahí, sin más.
Agradece todo lo que esa parte del cuerpo te da, busca el agradecimiento en tu corazón, agradece sinceramente todo lo que tu cuerpo hace por ti.
Cuando hayas observado tu cuerpo así, lleva tus manos cuatro dedos por encima del ombligo, donde está situado el centro de tu poder personal. Visualiza una estrella de luz que nace dentro de ti, justo en ese lugar. Deja que poco a poco la estrella vaya generando más y más luz.
Cuando quieras, mueve la estrella para llevarla allí donde hayas sentido dolor o rechazo, a esas partes de tu cuerpo que no te gustan, que rechazas sin querer o aquellas que te hubiera gustado que fueran de otra manera. Utiliza la estrella para llevar más amor y agradecimiento a esas partes.
Cuando estés preparado, mira a tus ojos y agradece el amor que nace en ti, que está ahí presente, como el aire que respiramos, aunque no nos demos cuenta siempre.

Espero que este ejercicio te resulte tan sanador y agradable como me ha ayudado a mí y que podamos compartir la experiencia.

Un gran abrazo

Los siete pasos del Amor

No hay comentarios:

Publicar un comentario