viernes, 28 de febrero de 2014

EL ACTO DE AMAR



Si somos amor ¿por qué tenemos esta sensación de vacío interior? ¿Por qué sentimos que nos falta algo por dentro? ¿De dónde viene la experiencia profunda de necesidad? Y lo que es más importante ¿Cómo podemos acabar con ese ansia constantemente insatisfecha?

Para entender la experiencia de vacío interior, un vacío que nos aleja de nosotros mismos, como nos recuerda Claudio Naranjo, debemos entender la naturaleza esencial del ser humano. Por un lado somos parte, parte de un todo. Pero a la vez, somos un ser independiente con necesidades y características diferenciadoras. El amor es la única salida para el conflicto básico del ser humano, el conflicto de mantener la independencia dentro de la cooperación, de mantener la integridad dentro de la fusión, de mantener la coherencia dentro de los límites de una apertura hacia los demás.

Nuestra naturaleza es la de ser parte de un todo que no recordamos, pues aún no estamos en el clímax de nuestro desarrollo. En cada elección que realizamos, tenemos la oportunidad de realizar un acto de amor o un acto de miedo. El amor es algo que nos involucra a cada instante, aunque no sepamos el significado ni las consecuencias de nuestras decisiones o incluso aunque no sepamos que estamos decidiendo. Comprender el acto de amor, saber reconocerlo para poder optar por él, supone realmente amar y acercarnos a la esencia de lo que somos. El acto de amor nos exige manifestar la parte que somos, para poder percibir el todo en el que estamos inmersos. Pero esta percepción no se produce de un día para otro, porque todo nuestra desarrollo está orientado a la integración. Dicho de una manera más sencilla, el amor es la función esencial en nuestra vida, lo único que hemos venido a hacer aquí. Pero amar, manifestar en un acto el amor, no es la manifestación vacía de sentimientos, no es la promulgación de promesas, no es el deseo de estar todo el día con el otro.

El acto de amor es reconocer la gratuidad de la vida, dejarse fascinar por el encanto de un otro distinto que yo, reconocer y promover esas diferencias en mí, comunicar con eficacia lo que soy y lo que quiero y sobre todo generar una vida distinta. Generar, con responsabilidad, las condiciones necesarias para poder desarrollarme como una persona integral. Es decir, ser creativo de forma tal, que todos los actos de mi vida estén destinados a generar vida.

El ser humano en pleno funcionamiento está motivado por la abundancia, mientras que en una condición inferior a la óptima, las motivaciones tienen la cualidad de la deficiencia. La historia evolutiva que estás a punto de emprender es la historia de las motivaciones que te impiden vivir en la abundancia. ¿Qué emociones produce mi comportamiento?¿cómo me siento conmigo mismo al realizar tal o cual cosa?¿qué busco con las acciones que emprendo? Descubrir mis motivaciones más profundas, las que conozco y las que no, las que expreso y las que no, es la única manera de reconocerme, un reconocimiento que no puede darse en soledad, como veremos.


Desde el principio tenemos que aceptar la idea de que la realidad no es un “algo” externo e independiente de lo que nos es “interno”. Todo lo que vivimos y expresamos convive en interacción dinámica y continua, de forma que eso que llamamos ambiente, no es más que la manifestación previa imprescindible para que podamos expresar lo que somos, continuamente. Y expresar lo que somos es expresar nuestros propósitos y nuestra evolución personal. Así que no queda más remedio que entender cómo evolucionamos. La experiencia de amor se convierte así en una experiencia de coevolución consciente en la que está implicada toda nuestra personalidad, nuestra percepción, nuestra vida emocional y nuestra, por qué no decirlo, espiritualidad.

lunes, 24 de febrero de 2014

EL PROBLEMA DEL AMOR


¿Qué es el amor? El amor es el aprendizaje más importante de nuestra vida, porque somos Amor. Es lo único que importa. Porque es la manifestación última de aquello que constituye nuestra verdadera esencia como seres conscientes.

Ya los antiguos griegos decían “conócete a ti mismo” y ese conocimiento generará amor, porque no se puede amar lo que no se conoce. Así que amor y conocimiento están imbricados como las fibras de una estera, pero amar supone algo más que el conocimiento de lo que somos y lo que nos rodea. En la experiencia del amor todos hemos vivido alegría, sentimiento, compromiso, fidelidad, sensación de pertenencia, calidez, seguridad...

Para Fromm el amor es un arte que debe desarrollarse a lo largo de toda la vida, pues el desarrollo de un arte exige dedicación plena. Podemos definir el amor como el arte de superar la separatividad esencial del ser humano. El ser humano es el único animal consciente con esta capacidad para el amor, porque es el único que tiene la capacidad de trascendencia y creatividad. La conciencia se manifiesta a través del amor, que es su producto más inmediato. El hombre es consciente de su propia soledad, por lo que la historia no es más que el intento de resolver el problema fundamental del hecho de la soledad.

Si somos amor ¿por qué tenemos esta sensación de vacío interior? ¿Por qué sentimos que nos falta algo por dentro? ¿De dónde viene la experiencia profunda de necesidad? Y lo que es más importante ¿Cómo podemos acabar con ese ansia constantemente insatisfecha?

La humanidad, a lo largo de su historia, ha tratado de comprender el sentido profundo de estas preguntas, a la vez que ha ido dando respuestas basadas en el estado de sus conocimientos. El ser humano, como individuo, actualiza en cada vida las mismas preguntas y las mismas respuestas, así que el problema del amor es también el profundo problema del sentido mismo de la existencia del ser humano, de mi existencia y la tuya. Para responder a la pregunta del amor no podemos abstraernos del problema del desarrollo y por eso, las próximas páginas hablarán del desarrollo, de cómo nos desarrollamos y en consecuencia, de cómo se desarrolla la capacidad de amar.

La primera conclusión a la que uno llega cuando mira el amor desde este punto de vista es que no existen varios tipos de amor, no existe lo de amar como amigo, el amor de madre, el amor a una pareja o el amor a los animales. El amor, necesariamente, debe ser algo único e indistinto, es un problema que tienen que ver con uno mismo y no con el destinatario de mi amor. Así que la primera distinción importante que haremos será la de objeto y sujeto. Sujeto es el ser que ama, ya veremos cómo y a quién. Objeto es el destinatario de ese amor que se genera en mí.

Cuando decimos que amamos de distinta forma a unas personas que a otras, en realidad lo que estamos haciendo es una clasificación de los objetos del amor, estamos generando un modelo o más bien un sistema de las conductas, normas y circunstancias que establecen mi relación con ese objeto determinado, pero no estamos diciendo nada acerca del amor en sí. Todos recordaremos alguna ocasión en nuestra vida en que una chica o un chico del que estábamos enamorados, nos ha dicho, con mucha diplomacia, que nos quería mucho...pero sólo como amigo. Y todos recordaremos la sensación de disgusto y tristeza que nos embargó en esa situación, ¿por qué? La puntilla está en el sólo. Parece que el amor que dedicamos a los amigos es un amor de segunda categoría. Un amor que nos da para ir al cine, salir a pasear, realizar actividades juntos, compartir gustos y aficiones, pero que aún no es el estado ideal para decidir crear un vínculo con ellos. Y por eso nos entristecemos, porque no nos quieren como a nosotros nos gustaría que lo hicieran.

Si observamos atentamente la situación que he descrito en el párrafo anterior llegaréis a la misma conclusión que he llegado yo, que el amor no puede resolverse exclusivamente en el vínculo que formo con las personas que comparten mi mundo. Eso es lo que Fromm nos enseña cuando dice que el amor es un arte, que tenemos que empezar a preocuparnos más por el cómo amamos, en vez de preguntarnos por lo válido o no que es ese otro a quién amamos.



jueves, 20 de febrero de 2014

El PRINCIPIO DEL SENDERO

Una noche, hará como dos años y pico de esto, estaba tranquilamente en la cama dándole vueltas a un libro que había releído hacía poco, El arte de amar, de Erich Fromm. La idea central del libro es que el amor no tiene que ver con las personas a las que amamos sino con nuestra capacidad de amar.

En esas estaba, cuando una idea cruzó mi mente como un relámpago: si el amor es un arte, entonces se puede aprender y enseñar a amar y desde entonces me propuse aprender este arte para poder enseñárselo a otros.

Y después de varios intentos fallidos, de conocer a muchos maestros, a través de su vida y sus escritos, he llegado a algunas conclusiones sobre el arte de amar y cómo se desarrolla, de eso va el amor consciente, de cómo pasar de la dependencia de la pasión al gozo de la incondicionalidad.

No ha sido un trayecto fácil y desde luego, aún me queda mucho por aprender, pero si quieres acompañarme en este sendero, estaré encantado de tenerte como compañero, compañera, de viaje.



A lo largo de este tiempo he ido haciéndome preguntas y tratando de darle respuestas. Quizá tú te hagas las mismas preguntas y quizá las respuestas que les he dado te ayuden a encontrar tus propias soluciones. No soy un sabio y lo que vas a leer es más el compendio de lo que he ido recopilando y asimilando que una realidad firme y verdadera.

He disfrutado mucho leyendo, viviendo y escribiendo estas páginas, sólo espero que puedas leerlas y vivirlas con el mismo nivel de disfrute que lo he hecho yo y que tu propia capacidad de responder, me ayude a mí también a seguir respondiendo a las nuevas preguntas que sin duda, se van reformulando.

Intentaré una o dos veces por semana, actualizar el blog para que podáis compartir conmigo mis reflexiones, lecturas y vivencias. Quizá en alguna ocasión mi forma de contar te parezca demasiado vehemente, otras demasiado insegura. No me hagas caso, como nos dijo una vez el gran maestro Antonio Méndez, te pido apertura de mente para que me escuches y después, no me hagas caso, pruébalo y dime qué tal te ha ido.

Sin esta interacción el amor no tiene sentido y este blog tampoco, sólo espero que lo disfrutéis y os haga pensar y también que os acerque a Maestros y Maestras que para mí son más que dignos de que sean conocidos por cuántas más personas mejor. Y espero que me perdonen si mi forma de interpretarlos no se ajusta exactamente a lo que ellos quisieron decir.

¿Qué es el amor? ¿Cómo se aprende? ¿Por qué nos enamoramos? ¿Es lícito perdonar? ¿Por qué funcionan o no funcionan mis relaciones? ¿Quién soy? ¿Cómo aceptarme? ¿En qué consiste la incondicionalidad? ¿Dónde encontrar la plenitud? ¿Por qué a veces me siento vacío? ¿Por qué las cosas no son cómo me gustaría?

Estas y otras preguntas son las que me he planteado y sigo plantearme, espero que te guste plantearlas y resolverlas conmigo.

Un abrazo enorme


Los siete pasos del amor

lunes, 17 de febrero de 2014

AMOR CONSCIENTE: UN NUEVO COMIENZO






Hola a tod@s las personas que habéis seguido los siete pasos del Amor:

En primer lugar quiero mostraros mi sincero agradecimiento porque a pesar de no actualizar el blog, me he encontrado con un montón de visitas que no esperaba.

Cuando comencé a escribir había muchos temas por aclarar y reconozco que mis publicaciones eran un poco caóticas, en función de lo que me pedía el cuerpo. Ahora, hay un montón de novedades y un nuevo comienzo que me gustaría compartir con todos vosotros y vosotras.

Los siete pasos del Amor ha dado lugar a un modelo sobre el Amor Consciente. 

A nadie se le escapa que el problema del amor es el problema central del ser humano en este momento. Creemos que la crisis, las guerras y las desgracias son un añadido de nuestra experiencia personal, pero siguiendo a "Un curso de milagros" podemos decir que sólo hay dos significados importantes para toda la variedad de formas que nos encontramos en el mundo: las personas se relacionan dando amor o pidiendo amor. No hay más, aunque desgraciadamente cada día en las noticias, observamos las consecuencias de la falta de amor en el mundo.

Esta no es una publicación romántica. Amor Consciente es un programa de conocimiento y desarrollo personal para saber quién soy, hacia dónde voy y con quién quiero compartir ese camino. Amor consciente es un mapa del amor, acerca de lo que puedo esperar en este momento de mi vida y acerca de lo que me espera en un camino de crecimiento. 

Amor Consciente es un itinerario para salir de los condicionamientos y las diversas dependencias para adentrarnos en el camino de la felicidad y la dicha, por ello he decidido, después de la encuesta que hace tiempo realicé en facebook, que este programa de desarrollo se llame:

AMOR CONSCIENTE: DE LA DEPENDENCIA AL GOZO



Espero que disfrutéis el camino.

Cuando la idea surgió, hace algo más de un año, lo hizo como complemento a un taller de desarrollo personal, vivencial, para aplicar estas ideas y ayudar a otros a caminar por un camino que a mí personalmente me ha ayudado a descubrir parajes maravillosos.

La experiencia me ha hecho ver que aún quedaban muchos flecos para poner en práctica un taller de este tipo, aunque agradezco infinitamente a quienes pasasteis por esa experiencia vuestra confianza y apoyo. 

Hoy, ese taller vivencial sigue siendo un proyecto vital fundamental, aderezado con experiencias personales que me han hecho descubrir el valor de lo que intento transmitir por este medio, pero al fin y al cabo, el amor hay que vivirlo y actuarlo. Por eso decidí crear un programa de siete días para vivir cada uno de los aspectos del desarrollo explicados a través de los siete pasos del amor.

Evidentemente, la separación es relativamente aleatoria, aunque basada en las observaciones y conclusiones de muchas personas y en mi experiencia personal. Sin embargo, es difícil hacer parcelas, por lo que el título de Amor Consciente me parece más adecuado a la realidad, aunque en ocasiones sea importante, para explicarnos la experiencia, acercarnos a la vida con algunos esquemas previos.

En las siguientes entradas os contaré con más detalle en qué consiste este proceso y qué se puede aprender, además de compartir con todos vosotros mis conclusiones acerca de esta energía, la energía de amar, que nos da, literalmente la vida y que nos permite ser lo que realmente hemos venido a ser en este mundo.



Con infinito agradecimiento

Los siete pasos del Amor

P.D.: Para mayor información, consultas o cualquier experiencia que queráis compartir estoy disponible en facebook, a través de este blog (me encantaría) y en los7pasosdelamor@gmail.com