En cada
instante de nuestras vidas todos tenemos una elección que hacer. A cada paso que damos se nos presenta la
oportunidad de elegir la vía de la luz y la vía de la oscuridad. Decir a cada
paso significa que cualquier momento u ocasión es importante para hacer lo que
sabemos que queremos hacer, nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto.
La
segunda gran conclusión es que la luz y la oscuridad vienen de nuestro
interior. Todos sabemos, en el fondo de nuestro corazón qué es lo que nos
llevará a nuestra realización personal. Sólo tenemos que seguir esas “corazonadas”
que nos asaltan en cada instante.
Así
pues, las luces y las sombras de nuestra vida no son más que un reflejo “ficticio”
de lo que estamos eligiendo en este instante concreto, en este aquí y ahora. Yo
elijo enfadarme, yo elijo ser amable, yo elijo rendir adecuadamente, yo elijo
en definitiva, ser feliz.
Los
siete pasos del Amor nos ayudan- a descubrir nuestras luces y nuestras sombras,
porque sólo lo que conocemos puede ser elegido: Y tú que quieres ¿Elegir desde
la luz o seguir reaccionando desde la sombra?
Los siete pasos del Amor
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